ABEL: AUSTRALOPITHECUS BAHRELGHAZALI



El hallazgo de fósiles de Australopithecus en Chad supuso un cambio de paradigma en la antropología. En efecto, la reputada teoría de la East Side Story, formulada por Yves Coppens en 1994, parecía quedar en entredicho. En realidad la Historia del Lado Este aparecía como una explicación convincente para un importante arco de la comunidad antropólogica. Establecía que la formación de la falla del Grand Rift a fines del Mioceno determinó que una comunidad de simios quedara atrapada o aislada de las comunidades occidentales por una cadena montañosa en un ambiente más seco, dominado por un ecosistema de sabanas y bosques abiertos. El llamativo nombre con el que fué presentada la teoría (una suerte de juego de palabras haciendo referencia al musical "West Side History") no estaba excento de cierto marketing. Además de asociar el bipedismo con la presión ambiental de un sistema de praderas abiertas, una suerte de "lógica" muy al estilo Gordon Childe que continúa siendo un dogma de los investigadores de la prehistoria humana.
No obstante un Australopithecus vivió en el Lado Oeste. No obstante el hallazgo de Chad no contradice necesariamente la popular teoría de Coppens. Sí le introduce ciertas matizaciones. Es cierto que la separación definitiva de los homínidos y chimpancés se acerca más al rango de los 5-6 millones de años, y no al de los 8 millones, cuando se produjo el hundimiento tectónico que dió orígen al Gran Rift y las montañas que lo bordean. También es cierto que el bipedismo está presente en homínidos que viven en ambientes distintos a los del Rift Valley.
El hallazgo en 1995 de una mandíbula con siete dientes por Michel Brunet en Koro Toro , Chad (cercano al sitio donde se halló al Sahelanthropus), abría la polémica. El espécimen fué apodado Abel (KT-12/H1), en honor al fallecido antropólogo Abel Brillanceau, y se lo dató en 3,58 millones de años de antigüedad. Inicialmente fué nombrado Australopithecus cff. ("similar") afarensis. Pero ciertas características de la mandíbula llevaron a ubicarlo en un clado diferente. Pese al parecido con afarensis la mandíbula de Koro Toro tiene una sínfisis (región anterior de la mandíbula) vertical muy moderna desprovista de torus (característica de las mandíbulas Homo). Eso le confiere menor prognatismo. Por otro lado su forma es parabólica. Los dientes tiene esmalte grueso, la dentición delantera es grande con coronas altas y raíces largas. El tercer premolar tiene dos cúspides y tres raíces, mientras que el cuarto premolar está molarizado. Los terceros premolares superiores presentan corona asimétrica y tres raíces. Precisamente el hecho de tener premolares con tres raíces y molarizados lo diferencian claramente de afarensis, el cual presenta dos raíces. Además la forma de la mandíbula es distinta en ambas especies.
A pesar de ello buena parte de la comunidad científica se niega a aceptar que se trata de una nueva especie y prefieren catalogar a Abel como una variante del afarensis. De hecho se ha argumentado que la decisión de Brunet de establecer una nueva especie de Australopithecus en 1996 es contraria al Código Internacional de Nomenclatura Zoológica establecido formalmente en 1999.

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